El Virus de Inmunodeficiencia Humano, o VIH, es el virus que produce el SIDA, Síndrome de Inmuno-Deficiencia Adquirida. Es una deficiencia del Sistema Inmunológico porque el VIH destruye las células que protegen al organismo de los agentes patógenos externos, que son los microorganismos que causan las enfermedades. La destrucción que el virus provoca es progresiva, de forma tal que se llega a un estado de enfermedad, conocido como SIDA
El sistema inmunitario defiende al organismo de las agresiones que le ocasionan diferentes tipos de microorganismos e impide, a su vez, la proliferación de células malignas (cánceres). Este sistema actúa en todo el cuerpo por medio de un tipo especial de glóbulos blancos, los linfocitos. De estos existen dos grandes grupos: Los linfocitos T atacan directamente a los invasores y los linfocitos B producen unas substancias que llamamos anticuerpos que son específicas para cada microbio.
En la práctica existen tres modos fundamentales de transmisión del VIH:
Transmisión sexual
Transmisión parenteral por el uso compartido de agujas, instrumentos contaminados, transfusión sanguínea, etc.
Transmisión vertical o de la madre al feto.
A ello se unen unas condiciones que modifican la transmisión: El virus de SIDA es débil y sobrevive mal fuera del cuerpo por lo que debe penetrar en el interior del organismo.
1.-Transmisión sexual. Las relaciones sexuales con penetración vaginal o anal, heterosexuales u homosexuales, pueden transmitir el virus del SIDA. Los contactos oro-genitales (contacto boca-órgano genital) pueden transmitir el VIH si hay lesiones en cualquiera de las dos zonas.
Todas las prácticas sexuales que favorecen las lesiones y las irritaciones aumentan el riesgo de transmisión.
Las relaciones anales son las más infecciosas porque son las más traumáticas y la mucosa anal es más frágil que la mucosa vaginal.
El riesgo de infección aumenta con el número de relaciones sexuales, pero una sola puede ser suficiente. El riesgo de transmisión es mayor en el sentido de hombre a mujer que en el contrario, mujer a hombre.
El riesgo aumenta si la mujer está en su período de menstruación (a causa del flujo de sangre)
Los besos profundos y la masturbación entre la pareja no transmiten el SIDA siempre que no existan lesiones sangrantes que puedan poner en contacto sangre contaminada con lesiones del eventual receptor
2.- Transmisión sanguínea. La transmisión del VIH por la sangre es, en la actualidad, el principal modo de transmisión del SIDA. Las agujas contaminadas que son compartidas pueden transmitir el VIH; además los objetos que se utilizan para la preparación de la droga también pueden estar contaminados.
La transmisión del VIH por transfusiones o inyecciones de productos derivados de la sangre es en la actualidad prácticamente nula ya que existe la obligatoriedad de detectar anticuerpos anti-VIH en todas las muestras de sangre desde 1987 y para estos fines sólo se utilizan muestras que son seronegativas.
Los elementos de cuidado corporal (tijeras, hojas de afeitar, cepillo dental, pinzas, etc.) presentan un riesgo teórico de transmisión del VIH ya que pueden entrar en contacto con la sangre. Su empleo exige la limpieza con una solución desinfectante o su calentamiento
3.- Transmisión madre – hijo. Puede producirse durante el embarazo, a través de la placenta, o en el momento del parto.
No se recomienda a la mujer seropositiva que quede embarazada.
Amamantar al recién nacido es una potencial vía de transmisión; por lo tanto también no es recomendable la lactancia materna cuando la madre es seropositiva.
El tratamiento de las embarazadas seropositivas con antirretrovirales reduce el riesgo de transmisión del VIH de la madre al feto. Por lo tanto se aconseja que todas las embarazadas sean informadas y se solicite su consentimiento para realizarle la prueba de detección de anticuerpos anti-VIH.
No existe una vacuna para prevenir la infección por VIH y no existe cura para el SIDA. Pero, es posible prevenir la infección. Esto significa leer sobre el SIDA y aprender a evitar comportamientos que son de alto riesgo para contraer el VIH.
Algunas medidas para prevenir el contagio con el VIH son:
Una relación ocasional, un sólo contacto, puede transmitir el VIH.
Debería tomarse tiempo para conocer a la pareja e intimar, preguntarse sobre comportamientos pasados y actuales.
Las relaciones sexuales, homo o heterosexuales, comportan un alto riesgo de transmisión del virus del SIDA.
La presencia de otras enfermedades de transmisión sexual, lesiones genitales, favorece la transmisión del virus.
La mayoría de las personas infectadas lo han sido en una relación sexual.
El contacto de la boca con el esperma o las secreciones vaginales suponen un riesgo de transmisión cuando existen lesiones en la boca.
La penetración anal es la que supone mayor riesgo.
En tal caso de que la relación sexual se tenga, es necesario prevenir de la siguiente manera:
A).- Usar preservativo o hacer que lo usen.
El preservativo es eficaz en la prevención de todas las enfermedades de transmisión sexual.
El preservativo masculino
1. Comprobar su fecha de caducidad y retirarlo de su envoltorio con precaución de no deteriorarlo.
2. Colocárselo en el pene en erección antes de cualquier penetración.
3. Si el preservativo carece de depósito, crearlo dejando un espacio libre de 2 cm. a lo largo de la punta del pene y apretar la punta del depósito para expulsar el aire.
4. Desenrollar el preservativo hasta la base del pene.
5. Para evitar que el esperma se derrame hay que retirarse y retirar el preservativo sujetándolo por la base antes del que pene se quede flácido.
6. El preservativo se debe utilizar sólo una vez y tirarlo a la basura con cuidado.
7. Evitar utilizar lubricantes de base grasa, como la vaselina, ya que pueden deteriorar el látex.
El preservativo femenino
Consiste en una fina bolsista plástica con un anillo flexible en sus extremos; el anillo más pequeño se introduce en la vagina apretándolo para darle una forma alargada y con un dedo se empuja hacia el interior con el fin de adherirlo al cuello del útero. El otro anillo queda fuera de la vagina.
Al igual que el preservativo masculino sólo debe utilizarse una vez.
B.- Evitar la penetración vaginal o anal.
Escoger actividades sexuales sin riesgo como pueden ser las caricias o la masturbación mutua.
El virus del papiloma humano (VPH) es un virus común que afecta tanto a hombres como a mujeres. Existen más de 100 diferentes tipos de VPH. La mayoría de los tipos de VPH no causan ningún signo o síntoma y desaparecen sin tratamiento.
Sin embargo, Ciertos tipos de VPH causan verrugas comunes en manos y pies. Alrededor de 30 tipos de VPH se conocen como VPH genitales debido a que afectan el área genital. Algunos tipos causan cambios en las células del revestimiento del cuello. Si no se tratan, estas células anormales pueden convertirse en células cancerosas. Otros tipos de VPH pueden causar verrugas genitales y cambios benignos (anormales pero no cancerosos) en el cuello. Muchos tipos de VPH pueden causar resultados anormales en las pruebas de Papanicolaou.
El VPH es altamente contagioso, así que es posible contagiarse al exponerse al virus una sola vez. Se calcula que mucha gente se contagia con el VPH en los primeros 2 a 3 años de haber iniciado su actividad sexual. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud dos terceras partes de las personas que tienen contacto sexual con una persona infectada desarrollarán una infección por el VPH en 3 meses.
En la mayoría de las personas que tienen el VPH, las defensas del cuerpo son suficientes para eliminar el virus. Sin embargo, para algunas personas, ciertos tipos de virus pueden convertirse en verrugas genitales o cambios benignos (anormales pero no cancerosos) en el cuello uterino.
Las mujeres que no eliminan ciertos tipos de virus pueden presentar cambios anormales en el revestimiento del cuello uterino. Si estas células anormales no son detectadas o tratadas, pueden avanzar hacia precáncer y cáncer.
Frecuentemente, el desarrollo del cáncer cervicouterino puede tardar varios años, aunque en casos raros puede ocurrir en un año. Por esta razón la detección temprana es muy importante, mediante la prueba de Papanicolaou (también conocida como frotis de Papanicolaou) que puede ayudar a detectar cambios celulares sospechosos en el cuello uterino.
El sistema inmunitario defiende al organismo de las agresiones que le ocasionan diferentes tipos de microorganismos e impide, a su vez, la proliferación de células malignas (cánceres). Este sistema actúa en todo el cuerpo por medio de un tipo especial de glóbulos blancos, los linfocitos. De estos existen dos grandes grupos: Los linfocitos T atacan directamente a los invasores y los linfocitos B producen unas substancias que llamamos anticuerpos que son específicas para cada microbio.
En la práctica existen tres modos fundamentales de transmisión del VIH:
Transmisión sexual
Transmisión parenteral por el uso compartido de agujas, instrumentos contaminados, transfusión sanguínea, etc.
Transmisión vertical o de la madre al feto.
A ello se unen unas condiciones que modifican la transmisión: El virus de SIDA es débil y sobrevive mal fuera del cuerpo por lo que debe penetrar en el interior del organismo.
1.-Transmisión sexual. Las relaciones sexuales con penetración vaginal o anal, heterosexuales u homosexuales, pueden transmitir el virus del SIDA. Los contactos oro-genitales (contacto boca-órgano genital) pueden transmitir el VIH si hay lesiones en cualquiera de las dos zonas.
Todas las prácticas sexuales que favorecen las lesiones y las irritaciones aumentan el riesgo de transmisión.
Las relaciones anales son las más infecciosas porque son las más traumáticas y la mucosa anal es más frágil que la mucosa vaginal.
El riesgo de infección aumenta con el número de relaciones sexuales, pero una sola puede ser suficiente. El riesgo de transmisión es mayor en el sentido de hombre a mujer que en el contrario, mujer a hombre.
El riesgo aumenta si la mujer está en su período de menstruación (a causa del flujo de sangre)
Los besos profundos y la masturbación entre la pareja no transmiten el SIDA siempre que no existan lesiones sangrantes que puedan poner en contacto sangre contaminada con lesiones del eventual receptor
2.- Transmisión sanguínea. La transmisión del VIH por la sangre es, en la actualidad, el principal modo de transmisión del SIDA. Las agujas contaminadas que son compartidas pueden transmitir el VIH; además los objetos que se utilizan para la preparación de la droga también pueden estar contaminados.
La transmisión del VIH por transfusiones o inyecciones de productos derivados de la sangre es en la actualidad prácticamente nula ya que existe la obligatoriedad de detectar anticuerpos anti-VIH en todas las muestras de sangre desde 1987 y para estos fines sólo se utilizan muestras que son seronegativas.
Los elementos de cuidado corporal (tijeras, hojas de afeitar, cepillo dental, pinzas, etc.) presentan un riesgo teórico de transmisión del VIH ya que pueden entrar en contacto con la sangre. Su empleo exige la limpieza con una solución desinfectante o su calentamiento
3.- Transmisión madre – hijo. Puede producirse durante el embarazo, a través de la placenta, o en el momento del parto.
No se recomienda a la mujer seropositiva que quede embarazada.
Amamantar al recién nacido es una potencial vía de transmisión; por lo tanto también no es recomendable la lactancia materna cuando la madre es seropositiva.
El tratamiento de las embarazadas seropositivas con antirretrovirales reduce el riesgo de transmisión del VIH de la madre al feto. Por lo tanto se aconseja que todas las embarazadas sean informadas y se solicite su consentimiento para realizarle la prueba de detección de anticuerpos anti-VIH.
No existe una vacuna para prevenir la infección por VIH y no existe cura para el SIDA. Pero, es posible prevenir la infección. Esto significa leer sobre el SIDA y aprender a evitar comportamientos que son de alto riesgo para contraer el VIH.
Algunas medidas para prevenir el contagio con el VIH son:
Una relación ocasional, un sólo contacto, puede transmitir el VIH.
Debería tomarse tiempo para conocer a la pareja e intimar, preguntarse sobre comportamientos pasados y actuales.
Las relaciones sexuales, homo o heterosexuales, comportan un alto riesgo de transmisión del virus del SIDA.
La presencia de otras enfermedades de transmisión sexual, lesiones genitales, favorece la transmisión del virus.
La mayoría de las personas infectadas lo han sido en una relación sexual.
El contacto de la boca con el esperma o las secreciones vaginales suponen un riesgo de transmisión cuando existen lesiones en la boca.
La penetración anal es la que supone mayor riesgo.
En tal caso de que la relación sexual se tenga, es necesario prevenir de la siguiente manera:
A).- Usar preservativo o hacer que lo usen.
El preservativo es eficaz en la prevención de todas las enfermedades de transmisión sexual.
El preservativo masculino
1. Comprobar su fecha de caducidad y retirarlo de su envoltorio con precaución de no deteriorarlo.
2. Colocárselo en el pene en erección antes de cualquier penetración.
3. Si el preservativo carece de depósito, crearlo dejando un espacio libre de 2 cm. a lo largo de la punta del pene y apretar la punta del depósito para expulsar el aire.
4. Desenrollar el preservativo hasta la base del pene.
5. Para evitar que el esperma se derrame hay que retirarse y retirar el preservativo sujetándolo por la base antes del que pene se quede flácido.
6. El preservativo se debe utilizar sólo una vez y tirarlo a la basura con cuidado.
7. Evitar utilizar lubricantes de base grasa, como la vaselina, ya que pueden deteriorar el látex.
El preservativo femenino
Consiste en una fina bolsista plástica con un anillo flexible en sus extremos; el anillo más pequeño se introduce en la vagina apretándolo para darle una forma alargada y con un dedo se empuja hacia el interior con el fin de adherirlo al cuello del útero. El otro anillo queda fuera de la vagina.
Al igual que el preservativo masculino sólo debe utilizarse una vez.
B.- Evitar la penetración vaginal o anal.
Escoger actividades sexuales sin riesgo como pueden ser las caricias o la masturbación mutua.
El virus del papiloma humano (VPH) es un virus común que afecta tanto a hombres como a mujeres. Existen más de 100 diferentes tipos de VPH. La mayoría de los tipos de VPH no causan ningún signo o síntoma y desaparecen sin tratamiento.
Sin embargo, Ciertos tipos de VPH causan verrugas comunes en manos y pies. Alrededor de 30 tipos de VPH se conocen como VPH genitales debido a que afectan el área genital. Algunos tipos causan cambios en las células del revestimiento del cuello. Si no se tratan, estas células anormales pueden convertirse en células cancerosas. Otros tipos de VPH pueden causar verrugas genitales y cambios benignos (anormales pero no cancerosos) en el cuello. Muchos tipos de VPH pueden causar resultados anormales en las pruebas de Papanicolaou.
El VPH es altamente contagioso, así que es posible contagiarse al exponerse al virus una sola vez. Se calcula que mucha gente se contagia con el VPH en los primeros 2 a 3 años de haber iniciado su actividad sexual. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud dos terceras partes de las personas que tienen contacto sexual con una persona infectada desarrollarán una infección por el VPH en 3 meses.
En la mayoría de las personas que tienen el VPH, las defensas del cuerpo son suficientes para eliminar el virus. Sin embargo, para algunas personas, ciertos tipos de virus pueden convertirse en verrugas genitales o cambios benignos (anormales pero no cancerosos) en el cuello uterino.
Las mujeres que no eliminan ciertos tipos de virus pueden presentar cambios anormales en el revestimiento del cuello uterino. Si estas células anormales no son detectadas o tratadas, pueden avanzar hacia precáncer y cáncer.
Frecuentemente, el desarrollo del cáncer cervicouterino puede tardar varios años, aunque en casos raros puede ocurrir en un año. Por esta razón la detección temprana es muy importante, mediante la prueba de Papanicolaou (también conocida como frotis de Papanicolaou) que puede ayudar a detectar cambios celulares sospechosos en el cuello uterino.