viernes, 19 de noviembre de 2010

Existen dos tipos de toxinas bacterianas:
Lipopolisacáridos (LPS), parte integral de la pared celular de las bacterias gram negativas, termoestables, pirogénicos, son endotoxinas de toxicidad general (inespecífica), liberadas a la circulación con la lisis bacteriana.
Proteínas, productos solubles, termolábiles, liberados por células bacterianas gram positivas y negativas durante la fase exponencial de crecimiento, denominadas también exotoxinas. Algunas de ellas se consideran las sustancias más venenosas conocidas.
Los superantígenos son exotoxinas poco usuales.
El Sistema de secreción III (T3SS) de patógenos bacterianos gram negativos presenta 3 tipos diferentes de proteínas, es utilizado por los microorganismos para manipular procesos celulares y promover la virulencia bacteriana mediante la liberación de factores de virulencia en el citosol de una célula huésped.
Los plásmidos, contienen los genes necesarios para sintetizar toxinas y para la resistencia a antibióticos (plásmidos R).
Las Islas de Patogenicidad son segmentos de DNA que poseen un rango de tamaños entre 10 y 500 kpb, que se han integrado en los cromosomas bacterianos mediante recombinación sitio-específica, adyacentes a genes de tRNA. Estos elementos pueden contener genes de virulencia involucrados en adherencia, producción de toxinas, invasión celular, supervivencia intracelular, resistencia a antibióticos y formación de biofilm.
Es importante enfatizar que una bacteria patógena debe evadir el sistema inmune del hospedero.